Perdonen si me repito, pero me gustaría retomar el tema del piropo que comentábamos hace unas semanas. Si lo hago es porque me ha sorprendido recibir tantas cartas de mujeres como de hombres al respecto. Las primeras, comentan nostálgicas que, en efecto, les pasa como a mí, y echan de menos aquellos bonitos requiebros callejeros. Los segundos me explican por qué ya no se atreven a decirlos. “Hoy en día, si un hombre se dirige a una mujer, aunque sea con una sonrisa, ella ya está a en guardia y dispuesta a «defender su libertad»” –dice uno de ellos. “Como será la cosa” –apunta otro– “que hace ya mucho tiempo que no me atrevo a decirle a una compañera de trabajo qué guapa estás hoy o qué bonito vestido llevas por miedo a que lo tome como una forma de acoso sexual”. “Lo paradójico del asunto” –opina un tercero– “es que ellas sí pueden, como en ese anuncio de la tele, exclamar frases como «¡Qué pedazo de mayordomo!» o «Vaya culo!» y a todo el mundo les parece genial”.
Estos y otros comentarios parecidos me han hecho volver sobre algo a lo que vengo dándole vueltas desde hace tiempo y es en cómo muchas mujeres confunden el feminismo con una especie de lucha entre los sexos en la que nosotras somos las buenas y ellos siempre los malos. Si un columnista dice, por ejemplo, que le gustaba más cómo vestían las mujeres de antes se le tacha de machista impresentable. Si alguien le grita ¡guapa! a una chica por la calle se le considera un acosador en potencia. En cambio, si es una mujer la que piropea a un hombre, o una columnista la que generaliza y dice que ellos son menos sensibles, menos inteligentes y menos evolucionados que las mujeres todos aplauden (y los hombres con más fervor aún, porque todos andan con un rarísimo sentido de culpabilidad).
No se me escapa que existen grandes tensiones creadas por el cambio de rol de las mujeres en la sociedad. Ahí está, sin ir más lejos, esa tragedia casi diaria de la violencia machista para demostrarlo. Pero precisamente porque esta violencia existe y es una verdadera tragedia, creo más necesario que nunca el intentar unir a los sexos, no a separarlos con tontunas. Que una mujer rechace que un hombre le abra una puerta o que le ceda el asiento en el autobús, es una majadería. Que un compañero de trabajo diga que le gusta nuestro vestido no implica necesariamente que quiera arrancárnoslo allí mismo sobre la fotocopiadora. Y, en sentido contrario, que una chica mire a un tío con aire de virago y le grite “¡Vaya culo!” no la hace más liberada, ni más guay, ni mucho menos más sexy. Creo sinceramente que las mujeres, que durante tantos siglos hemos sido víctimas del sexismo, no podemos ahora reproducir las mismas conductas sexistas que tantas injusticias y tanto desprecio nos han hecho padecer. Es tanto como decir que existe ahora un feminismo con actitudes machistas. Además, no solo es poco inteligente reproducir los patrones de conducta del contrario sino muy poco eficaz para el buen entendimiento entre unos y otros.
La incomprensión genera incomprensión y el antagonismo, antagonismo y yo pienso que, ahora que alumbran por fin tiempos en que seremos nosotras las mujeres las que ejerzamos un papel preponderante en la sociedad, debemos demostrar que, en efecto, somos mejores. Más compasivas, más comprensivas, más prácticas, más eficaces. Demostrar que en el mundo “femenino” es posible la igualdad entre sexos, no el ventajismo tonto que solo se queda en la anécdota de poder gritar ¡vaya culo! o ¡pedazo mayordomo! Demostrar que un mundo en el que imperan los valores femeninos implica que rigen cualidades muy nuestras como la protección del débil, la comprensión hacia los demás y la tolerancia. Pienso que sería estúpido que cuando éste sea por fin un mundo más femenino (y lo será, estoy segura) lo que hagamos sea copiar las mismas actitudes masculinas de prejuicio y desprecio contra el otro sexo que hemos sufrido durante siglos. Si somos mejores (y ojalá lo seamos) será por utilizar nuestros valores, no por adoptar los suyos.
Carmen Posadas
Puff.... tomo aire.
ResponderEliminarEl feminismo no es ni ha sido nunca una reclamación para las mujeres de conductas agresivas o discriminatorias de los hombres, sino eliminar las relaciones de poder basadas en los sexos. Por eso no existen los chistes feministas, no más que los chistes pacifistas o los chistes anti-racistas. Para el feminismo, las mujeres no son buenas y los hombres malos, sino que los hombres disfrutan de una serie de privilegios y las mujeres están oprimidas, no por los hombres-personas individuales, sino por la construcción que hace la sociedad de lo que es un hombre y una mujer.
Sobre la belleza y los piropos, la diferencia está en quién tiene el poder. Un hombre no tiene porqué arrinconarte contra la fotocopiadora, pero a) es muy posible que él sea tu superior y no a la inversa, b) los dos sabéis que podría arrinconarte contra la fotocopiadora si quisiera, c) si lo hiciera, podría considerarse culpa tuya. No es que él sea "malo". Es que podría serlo, impunemente.
¿Que las mujeres de antes estaban más arregladas? Los hombres también, y se veían más trajes con corbata, pero eso no parece importante, porque la inmensa mayoría de los hombres no tiene que demostrar nada con su físico, y porque todo lo que hacen los hombres es "normal". Mucho mejor que "bueno": es normal. Otros dos privilegios, bastante invisibles los dos.
Nia, estás dando tu opinión o sentando cátedra?? no me queda nada claro qué es lo que quieres decir...
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con el artículo. Siempre he defendido el feminismo y no para copiar las conductas masculinas. Ya me gustaría un mundo en el que, hablando de patrones, las actitudes masculinas se acercaran a las femeninas: comprensión, empatía, pacifismo, etc.
ResponderEliminarTengo aversión a las vertientes que basan su igualdad simplemente en el poder sexual. No se dan cuenta que la igualdad es mucho más, es otra cosa. Es libertad, tanto para avanzar o para quedarse, para decir sí o decir no, para sentarse o quedarse de pie. Pero siempre con respeto.
Estoy completamente de acuerdo con el artículo, podría suscribir cada coma. Estoy muy cansada de lo que yo malentiendo como feminismo. Yo quiero igualdad, pero igualdad, no convertir una relación asimétrica en la tiranía del que se considera más débil.
ResponderEliminarSólo pido naturalidad. Supongo que es como todo, la música que le pones a las cosas. Me gustan que mis compañeros me piropeen y me gusta piropearlos a ellos porque son divinos y los adoro. Y me tratan bien. Y se tratan bien entre ellos. Y no entiendo donde está el problema. Me gusta que me traten con respeto. Y me gusta tratar con respeto (yo aluciné con el anuncio del mayordomo y mi novio y yo comentamos que si hubiera sido a la inversa hubieran colgado al publicista)
Considero que la discriminación positiva no es la forma. Nunca he estado de acuerdo con tratar a la gente distinta. Yo trato igual a un homosexual, que aun negro (por hablar de otros colectivos que se han sentido menospreciados) pero tampoco los trato mejor que a los demás. Porque para mí no son diferentes, y por eso no los distingo, y no sé, pienso que ahí puede estar la clave.
Sinceramente estoy harta de tanto abanderado que sólo lucha por ser él el que tiranice (y no quiero generalizar porque hay muchas mujeres que han luchado digna y maravillosamente por la igualdad y a las que les debemos estar en muchos sentidos reconocidas en igualdad a los hombres)
Por favor, dejemos de diferenciar a hombres y mujeres, yo quiero las mismas condiciones para todos.
Bueno, es mi opinión (que larguísima) jiji
Besitos.
Un artículo muy interesante!. Los extremos no me gustan nada (ni feminismo ni machismo). Cómo una chica de marte, también pido naturalidad. Eso si, también hay piropos y piropos...Yo me moriría de verguenza si soltase uno por la calle y a alguien que no conozco. Por lo que no entiendo que algunos lo hagan y muy subidos de tono. No se quedan en un simple "guapa". Así que no se pueden extrañar de recibir una contestación de la misma forma o una mirada fulminante...Pero lo respeto, cada cual que haga lo más conveniente.
ResponderEliminarBesos!
Totalmente de acuerdo con el artículo.
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